Lcda.Adriana Alvarado.
Lcda. Mariannel Guzman.
Lcda.Adriana Alvarado.
Lcda. Mariannel Guzman.
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Doctor Adolfo Carvajalino
Estos son, a mi
entender y a grandes rasgos, las cualidades de un buen cuidador: 7 puntos clave
Personalidad – Este es el ingrediente más importante a considerar. Los cuidadores
necesitan un innato sentido del altruismo, voluntad de servir y empatía, además
de dulzura, actitud y paciencia para sobrellevar los malos días del paciente.
Experiencia – La experiencia es valiosa, ya que ayuda al cuidador a determinar
si puede o no manejar una tarea en particular. Aunque no es el ingrediente
principal que uno debe tener en cuenta para ser un buen cuidador, ya que un
cuidador sin experiencia puede ser más atento y estar más dispuesto a ayudar.
Formación – Es difícil argumentar que los cuidadores con capacitación
están más preparados para el cuidado que aquellos que nunca han recibido una
educación formal. Sin embargo, si el cuidador tiene una mala actitud o una
pobre ética en el trabajo, ni todo el entrenamiento ni toda la formación hará
de él un buen cuidador. Si su ser querido necesita cuidado personal (asistencia
para bañarse, vestirse, ir al baño, etc. una persona con experiencia y con una
actitud positiva natural, puede ser muy eficaz con los pacientes, así que
proporcionarle una buena formación es una de las muchos deberes del Sistema
Nacional de Atención a la Dependencia.
Fiabilidad – Los cuidadores trabajan en gran parte sin supervisión. Pida
referencias sobre su trabajo, lo que le dará pistas sobre si puede o no puede
confiar en él. Pero no lo tome demasiado en serio; las referencias pueden
proporcionar una idea de lo que pasará cuando usted no esté alrededor, pero
existe una gran cantidad de personas que no están dispuestas a exponerse a
posibles recriminaciones y muchas veces no quieren dejar pasar la oportunidad
de ganarse la vida, así que dan las referencias sesgadas.
Rendición de cuentas – Cómo una persona acepta la crítica suele ser una
indicación fiable de si se sienten o no responsables de su paciente. Cualquier
persona que no puede admitir los errores del pasado debe ser visto con
sospecha; los cuidadores que echan la culpa de las cosas que van mal a otros,
no son de fiar. Puede ser una reacción natural para evitar la culpa, pero las
personas responsables aceptan su culpa.
Honestidad – La honestidad no sólo significa que el cuidador no robe a
los mayores desvalidos o a sus familias. Significa también que ellos llegan con
puntualidad, manejan sus responsabilidades con precisión y por lo general
pueden dar cuenta de la medicación, los suministros y el dinero que se le
encomiende.
Necesidad económica – Tenemos una repulsión natural hacia los cuidadores
que abiertamente reconocen que están haciendo este trabajo porque necesitan
dinero. Tenemos una tendencia a asumir que significa que no se van a preocupar
por nuestro familiar. Después de todo, la mayoría de nosotros mantenemos
empleos porque tenemos que pagar nuestras cosas. Si va a contratar a un asistente personal o a un
cuidador, entonces entienda que asume la responsabilidad de la gestión de esa
persona y negociará continuamente su compensación.cualidades de un buen cuidador
3
Entonces, ¿qué hace que una
persona sea un buen cuidador? Se trata de un conjunto de cualidades intrínsecas
que ciertos seres humanos poseen y que otros no. Es todo acerca de la
personalidad y la forma en que la personalidad encaja con el paciente y los
miembros de su familia. Es tan simple y tan complicado como eso
Cuando un enfermo tiene la
necesidad de precisar atención, la primera persona que esperamos, por lo
general, que se ocupe de su cuidado suele ser un familiar cercano. Estos
familiares hacen todo lo posible para “sobrevivir” al tiempo y el esfuerzo que
les supone el cuidado; lo hacen lo mejor que pueden. Puede resultar que el
“trabajo” les sea demasiado estresante física y emocionalmente, aburrido,
difícil y/ o demasiado perjudicial para su propia vida. Las intenciones siempre
son buenas, pero muy pocos miembros de la familia pueden sostener un esfuerzo
tan exigente de forma indefinida; a menudo surgen sentimientos de culpa y otros duros
pesares, como leíamos en artículos anteriores, que pueden hacerles enfermar.
Motivos por los que se cuida a
una persona mayor cualidades de un buen cuidador 1
La mayoría de las personas que
cuidan a sus familiares están de acuerdo en que se trata de un deber moral que
no debe ser eludido y que existe una responsabilidad social y familiar, unas
normas sociales, que deben ser respetadas. Sin embargo, no es ésta la única
razón que puede llevar a las personas a cuidar a sus familiares. Los cuidadores
también señalan otros motivos para prestar cuidados:
- Por motivación altruista, es decir, para
mantener el bienestar de la persona cuidada, porque se entienden y
comparten sus necesidades. El cuidador se pone en el lugar del otro y
siente sus necesidades, intereses y emociones.
- Por reciprocidad, ya que antes la persona
ahora cuidada les cuidó a ellos.
- Por la gratitud y estima que les muestra la
persona cuidada.
- Por sentimientos de culpa del pasado: algunos
cuidadores se toman el cuidado como una forma de redimirse, de superar
sentimientos de culpa creados por situaciones del pasado: “En el pasado no
me porté lo suficientemente bien con mi madre. Ahora debo hacer todo lo
posible por ella”.
- Para evitar la censura de la familia, amigos,
conocidos, etc. en el caso de que no se cuidara al familiar en casa.
- Para obtener la aprobación social de la
familia, amigos, conocidos y de la sociedad en general por prestar
cuidados.
- Todas las anteriores son razones para cuidar a
un familiar. Parece lógico suponer que el mayor “peso” de una u otra razón
influirá en la calidad, cantidad y tipo de ayuda que se proporcionará, así
como en el grado de satisfacción con la experiencia de cuidado obtenido
por el cuidador.
- Parentesco
La experiencia de cuidado varía
mucho en función del parentesco que una al cuidador con la persona cuidada:
a) El marido o la mujer
Cuando uno
de los miembros de la pareja sufre un deterioro de la salud y necesita ayuda
para sus actividades de la vida diaria, el cuidador principal suele ser el
miembro de la pareja con mejor salud
Es más fácil
aceptar la ayuda del marido o de la mujer que la ayuda de familiares, amigos,
vecinos o instituciones, en la medida en que se ve como una obligación
transmitida de generación en generación, así como una muestra de cariño por los
años de convivencia juntos.
b) Las hijas y/o los hijos
Cuando la
persona que cuida es la hija o el hijo, existe un vínculo natural familiar con
la persona dependiente que favorece la disposición del cuidado. En la mayoría
de las ocasiones, representa un fuerte impacto emocional para los hijos darse
cuenta de que el padre, la madre o ambos ya no pueden valerse por sí mismos,
cuando venían haciéndolo hasta fechas recientes. Este impacto también se ve
afectado por el fenómeno de la inversión de roles, en cuanto que el papel de
cuidador que se asigna al hecho de ser padre o madre deja paso al papel de
persona que necesita ser cuidada y, viceversa.
Cuando se
asume el cuidado del familiar, muchas veces se piensa que va a ser una
situación temporal, aunque, en muchas ocasiones, acaba siendo una situación que
dura varios años con una creciente demanda de cuidados.
Gran parte
de los cuidadores hijos no trabajan ni pueden pensar en buscar un trabajo.
Otros se ven obligados a reducir su jornada laboral. En los casos más extremos,
se ven obligados a abandonar el trabajo por su situación de cuidador.cualidades
de un buen cuidador 2
¿Qué ocurre cuando no existe afecto en el ambiente familiar?
Lo que
debemos tener en cuenta es que no todos somos adecuados o valemos para la
prestación de cuidados, incluso cuando el paciente es alguien cercano; a veces
la falta de contacto, de cariño o afecto o simplemente no vernos capacitados
para cuidar correctamente del enfermo, hacen que busquemos una persona de fuera
que pueda cuidar de nuestro familiar como lo haríamos nosotros.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de contratar a un cuidador?
¿Qué hace
que una persona sea un buen cuidador, especialmente cuando el paciente es
alguien que ni siquiera conoce? ¿cuáles son las cualidades de un buen cuidador?
Es una
pregunta que me plantean muy a menudo, teniendo en cuenta que en mi vida
“offline” me dedico a formar y capacitar cuidadores de enfermos, sea en
domicilio o en instituciones.
El envejecimiento de
la población supone la construcción de nuevos escenarios en la sociedad
latinoamericana enfocados a ámbitos políticos, económicos, culturales, sociales
y asistenciales. Desde inicios de la década de los 90, se percibe un cambio de
paradigma en el análisis del envejecimiento y la situación de las personas de
edad, temas abordados desde la óptica de los Derechos Humanos. Este enfoque
plantea fundamentalmente el imperativo ético y normativo de considerar a las
personas de edad no como un grupo vulnerable que es objeto de protección, sino como
una población que es titular de derechos en sentidos amplios y estrictos.
El proceso de
envejecimiento de la población de América Latina y el Caribe presenta dos
características que preocupan: un ritmo rápido que el registrado históricamente
en los países desarrollados y un contexto caracterizado por una persistente
desigualdad, un débil desarrollo institucional, sistemas de protección social
de baja cobertura y calidad y una institución familiar muy exigida en materia
de seguridad y protección.
Declaración de Tres Ríos
(de la Sociedad Civil de América
Latina y el Caribe sobre Envejecimiento)
MADRID+10: UNA DÉCADA DESPUÉS DE LA
II ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
Al cumplirse 10 años de la II
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento y de la promulgación del Plan de
Acción Internacional sobre el envejecimiento (Madrid, 2002), representantes
de la Sociedad civil y de los gobiernos de América Latina y el Caribe se
reunieron en Costa Rica para hacer seguimiento de logros y acciones pendientes.
Entre el 6 y el 8 de mayo de este año
en la ciudad de Tres Ríos, provincia de Cartago en Costa Rica se realizó la Reunión
regional de la Sociedad Civil sobre envejecimiento - Madrid+10: del Plan
a la acción. Dicha reunión logró ser un espacio democrático que contó
con la participación de organizaciones de personas adultas mayores, quienes
pudieron expresar sus puntos de vista e intercambiar acerca de la situación
sobre el envejecimiento y la vejez en los países de la región.
En las conclusiones de esta reunión se alude a aspectos tales
como seguridad económica, migración, maltrato, cuidado y género, así como a la
necesaria relación de estos temas con las políticas públicas, considerando la
situación actual de la población adulta mayor en la región y el gran desafío
que plantea el envejecimiento poblacional. La Declaración de Tres Ríos (de
la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe sobre Envejecimiento) integra
tales conclusiones.
En el marco del seguimiento al
cumplimiento del Plan de Acción Internacional de Madrid y la Declaración de
Brasilia sobre el Envejecimiento como representantes de organizaciones sociales
y de personas mayores, redes, organizaciones no gubernamentales, instituciones
religiosas y académicas de la sociedad civil de América Latina y el Caribe,
reunidos en la localidad de Tres Ríos, Cantón de LA UNIÓN, en Costa Rica, y
después del análisis y discusión sobre la situación actual de la población
adulta mayor de la región y el gran desafío que plantea el envejecimiento
poblacional hacemos la siguiente declaración:
1. Los derechos de las personas
adultas mayores siguen siendo vulnerados. A la gestión en relacióncon la vejez
y el envejecimiento, le falta coherencia entre el discurso que enfatiza los
derechos y el cumplimiento de los mismos. En este contexto, las personas
mayores continúan sufriendo de discriminaciones múltiples; diferentes tipos de
maltrato y violencia; pobreza, y falta de acceso a la justicia.
2. El enfoque de políticas
públicas y programas dirigidos a las personas adultas mayores, no ha ido
acompañado del desarrollo de una visión de la vejez que dé cuenta de la
diversidad de formas de envejecer. Carecen de perspectivas intergeneracional y
de género e invisibilizan a las personas del área rural, indígenas y
afrodescendientes.
3. Las políticas de vejez carecen
de prioridad y de presupuestos estables y sostenidos lo cual las torna
ineficaces en su implementación, al tiempo que no se puede hacer seguimiento y
control de las mismas.
4. Un alto porcentaje de la
población carece de acceso al trabajo formal, digno y en consecuencia, queda
excluida de la seguridad social y de la posibilidad de contar con una vejez
digna. En aquellos países donde se han implementado los sistemas de pensiones
de capitalización individual, se generan situaciones de desigualdad e
inequidad, y además de incertidumbre frente a los riesgos financieros.
5. La persistencia de la reproducción estructural de la pobreza reafirma la
desigualdad e inequidad para todas las edades, así como, la obligación de
continuar trabajando en edades avanzadas, la mayoría de las veces, en espacios
informales y en condiciones precarias.
6. Los grupos de población adulta
mayor, desplazada, refugiada, migrante y de zonas fronterizas, continúan en especial
condición de vulnerabilidad. Los cambios en las estructuras de los servicios de
salud y las formas de afiliación suelen limitar el acceso a la atención
oportuna, desatendiendo hasta sus necesidades más prioritarias. Tampoco pueden
disfrutar de las otras áreas de la seguridad social.
7. Los servicios de salud pública
no toman en consideración las necesidades de las personas adultas mayores, lo
cual se agrava debido al incremento porcentual y absoluto de este grupo y
afecta de manera directa la funcionalidad y la independencia de las personas
mayores y en consecuencia, incide en su autonomía y economía familiar.
8. En la mayoría de nuestros
países, el cuidado y atención a personas adultas mayores no ha sido
suficientemente asumido en el marco de políticas públicas y recae
principalmente en mujeres, muchas de ellas, adultas mayores, sin que se le
reconozca su aporte para el acceso a los beneficios de la seguridad social y
demás programas del Estado.
9. La visibilidad e identidad en
la participación social, política, económica y cultural de las personas mayores
todavía es muy incipiente, y en muchos casos se reduce a la calidad de
“beneficiario” en el marco de programas de subsidios sociales del Estado.
10. Las personas mayores siguen
afectadas por la estigmatización hacia la vejez y el envejecimiento en
programas, servicios sociales y jurídicos sin respetar su autonomía,
calificándolas de incapaces. Reforzando una imagen negativa de la vejez,
promovida especialmente por intereses del mercado.
11. La “institucionalización” en establecimientos
de larga estadía sin consentimiento informado de las personas adultas mayores y
sin estándares de calidad de los servicios constituye una violación de los
derechos humanos.
12. La lógica de la economía mundial (políticas
neoliberales) en un mundo de concentración de la riqueza y globalización de los
mercados conlleva a una distribución inequitativa y a ver a las personas
mayores como una carga para los Estados.
A
continuación de la reunión de la Sociedad Civil, se llevó a cabo en San José,
la Tercera Conferencia regional intergubernamental sobre envejecimiento
en América Latina y el Caribe, convocada por la CEPAL y el
gobierno de Costa Rica (Mayo 8 a 11 de 2012). En ella se identificaron acciones
claves en materia de derechos humanos y protección social de las personas
adultas mayores en América Latina y el Caribe. Y en asamblea plena de esta
reunión gubernamental se aprobó que la Declaración de Tres Ríos (de la
Sociedad Civil) hiciera parte del documento final de esta reunión:
Carta
de San José sobre losderechos de las personas mayores de América Latina y el
Caribe
Adoptada
en la tercera Conferencia regional intergubernamentalsobre envejecimiento en
América Latina y el Caribe. San José de Costa Rica, 8 al 11 de mayo de 2012
6. Reforzaremos
Las acciones dirigidas a incrementar la protección de los
derechos humanos en el ámbito nacional y nos comprometemos a:
a. Adoptar medidas adecuadas, legislativas,administrativas
y de otra índole, que garanticen a las personas mayores un trato diferenciado y
preferencial en todos los ámbitos y prohíban todos los tipos de discriminación
en su contra,
b. Fortalecer la protección de los derechos de las personas
mayores por medio de la adopción de leyes especiales de protección o la
actualización de las ya existentes, incluidas medidas institucionales y ciudadanas
que garanticen su plena ejecución,
c. Brindar atención prioritaria y trato preferencial a
las personas mayores en la tramitación, resolución y ejecución de las
decisiones en los procesos administrativos y judiciales, así como en los
servicios, beneficios y prestaciones que brinda el Estado,
d. Adoptar medidas de acción afirmativa que complementen
el ordenamiento jurídico y que promuevan la integración social y el desarrollo de
las personas mayores,
e. Desarrollar políticas públicas y programas dirigidos a
aumentar la conciencia sobre los derechos de las personas mayores, incluida la
promoción de su trato digno y respetuoso y de una imagen positiva yrealista del
envejecimiento,
f. Garantizar y proveer los recursos necesarios para el
acceso de las personas mayores a la información y a la divulgación de sus
derechos.
g. Garantizar además el derecho a la participación de las
personas mayores en las organizaciones de la sociedad civil y en los consejos,
así como en la formulación, implementación y monitoreo de las políticas
públicas que les conciernen.
• Salud
d. Promover la universalización del derecho a la salud de
las personas mayores,
e. Diseñar e implementar políticas de atención integral
de la salud preventiva, con enfoque gerontológico e interdisciplinario, en
particular mediante laatención primaria y con inclusión de servicios de
rehabilitación,
f. Implementar modelos de atención multi e
interdisciplinarios en geriatría y gerontología, en los diferentes niveles de
atención en salud, para responder a las necesidades de las personas mayores,
g. Facilitar el acceso preferencial a los medicamentos,
equipamientos, ayudas técnicas y servicios integrales de rehabilitación para
favorecer la independencia
de las personas mayores, teniendo en cuenta las
posibilidades de los diferentes países,
h. Asegurar el derecho a un consentimiento previo, libre
e informado para toda intervención médica, con independencia de la edad,
condición de salud y tratamiento previsto, para favorecer la autonomía de las
personas mayores,
i. Favorecer el desarrollo y acceso a cuidados
paliativos,para asegurar una muerte digna y sin dolor a las personas mayores
con enfermedades terminales,
j. Proteger, mediante mecanismos de supervisión y control
periódicos, los derechos y la dignidad de las personas mayores que residen en
instituciones públicas y privadas y en establecimientos médicos,
k. Promover la formación de recursos humanos en geriatría
y gerontología, en todos los niveles de atención,
l. Implementar programas de capacitación, con un enfoque
de derechos humanos, para los equipos de salud en todos los niveles de
atención, cuidadores y personal de instituciones que trabajan con personas
mayores,
m. Diseñar políticas para implementar programas que
traten eficazmente enfermedades transmisibles y no transmisibles,
n. Formular y adaptar los marcos legales, protocolos y
mecanismos a los instrumentos de derechos humanos, para proteger la dignidad de
las personas
mayores que residen en instituciones públicas o privadas
y establecimientos médicos.